¿No os ha pasado que os habéis puesto una prenda de un color que, sorprendentemente, os ha hecho sentir mucho más guapas?
También puede que os haya ocurrido lo contrario, que un color determinado no haya sentado muy bien a vuestro look. ¿Por qué ocurre esto?
Que un color nos quede mejor que otro viene determinado por el color de nuestra piel. Lo primero que tenéis que saber es que hay que dos tipos de pieles la piel fría (blanca, como la de Katy Perry) y la piel cálida (bronceada, como la de Miley Cyrus).
Para saber qué piel tenéis, fijaos si las venitas de vuestros brazos son azules-violeta o verdosas. Si son azul-violetas tenéis una pile fría, si las tenéis verdosas, vuestra piel es cálida. Vale ¿Y qué me importa esto? Pues esto es importante para saber los colores que mejor os quedan y los tonos de maquillaje que tenéis que elegir.
Colores. A las pieles blancas les van bien los colores violetas y rosados, ya que son colores que destacan la blancura de la piel y disimulan los pequeños defectitos. Mientras que a las pieles cálidas les pegan los colores marrones, anaranjados, color bronce y rojizos.
Maquillaje. Saber qué piel tenemos también es vital para saber qué maquillaje resaltará nuestros rasgos. Por ejemplo, para las pieles frías van genial los coloretes en tonos violetas y rosados. En cambio a las pieles cálidas les van mejor los tonos color melocotón.
Pintalabios. Los colores que harán destacar a una piel fría son los rosas, rojos y violetas. Y las pieles cálidas aceptarán los colores naturales (nudes) y los marrones.
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